Hace ya dos dias que llegue a Bishkek, capital de Kyrgyzstan luego de pedalear por unos 720 km durante unos 7 dias consecutivos. Fueron dias inolvidables, de experiencias fuertes y fascinantes.
Todo comenzo en Osh, ciudad proxima a la frontera con Uzbekistan, por donde entre al pais. Pase varios dias en la misma y a pesar de que en Osh no hay nada para hacer, es la ciudad perfecta para comer todo el dia y recargar el cuerpo de energias para el camino a seguir. Pase los dias comiendo deliciosos platos locales, los mismos de los que ya les vengo hablando hace tiempo. Lamentablemente mi experiencia culinaria se limita a la mera accion de COMER y no puedo definir muy bien de que se componen estos platos, lo que si les aseguro es que son EXQUISITOS, con sabores bien pronunciados! Practicamente son todos de origen ruso, laghman, plov, mantys, shashlyks, goulash etc, uno mejor que el otro, mucha variedad, uno nunca se agota, y esto me sienta a la perfeccion porque he descubierto que el ciclismo desperto en mi un tercer elemento, un alien en mi estomago de apetito voraz que devora todo lo que degluto vertiginosamente y que reclama constantemente que ingiera alimento. De esta manera la comida para mitigar a este alienigena que demanda alimento se ha transformado en algo fundamental y necesario para evitar la inminente y constante perdida de peso que experimento.
Lamentablemente en Osh tuve mi primer encuentro con la ‘Mylitsya’ el cual venia exitosamente evitando. Resulta que en los paises de Asia Central el mayor de los peligros para un viajero es que te robe la Mylitsya, mejor dicho, la mismisima policia. Son paises muy seguros pero este es el mayor peligro en toda esta region. La policia es practicamente analfabeta y su salario ronda los 30 usd por mes. El medio que utilizan no es la violencia sino la intimidacion. Es un proceso bastante feo pero para el cual estaba preparado y me venia mentalizando.
Lo siguiente es mi encuentro con ellos y el modus operandi es el mismo que utilizan con todos los demas viajeros.
Me detuvieron en la calle para pedirme el pasaporte, me negue a darselos diciendoles que estaba en mi hotel. Inmediatamente proceden a llevarte a la ‘seccional’ que esta siempre cerca de donde uno circula. Una vez en la misma me metieron en un cuarto de interrogacion que se caia a pedazos, lugubre, oscuro en los rincones e iluminado con un tenue y oscilante bulbo de luz. Ahi mismo se encontraban 4 policias mas, todos hablandome en ruso, entre risas diabolicas y avaras. Entonces ahi empiezan a preguntar todo tipo de disparates para justificar un cacheo (al cual uno debe negarse porque es ahi donde viene el robo). Las manos de ellos siempre listas acechando para ponerlas en mis bolsillos y en mi cinturon de seguridad. Me preguntan, tenes una bomba ahi ?(senalando mi camara) tenes drogas ? sos un terrorista ? que haces en este pais, venis a poner una bomba ? Mostranos toda tu plata, necesitamos probar que no tenes billetes falsos. Para este momento saque parte de mi plata (lista para este posible y potencial encuentro) y tratando infructuosamente de que mis manos dejaran de temblar, la conte delante de ellos y la guarde, todo el tiempo evitando que los que tenia detras mio me metieran las manos en los bolsillos. Entre tanto aplicaba la regla numero uno, ser firme y sonreir como un pelotudo hablando en mi idioma (espanol) ni siquiera ingles, de esta manera se les hace todo mas dificil. Asi me tuvieron en este antro de perdicion durante 15 min. La mitad debia estar pasado de vodka. Al final sonrisas de ambos lados, saben que son ladrones pero no pierden el humor y como yo en Kyrgyzstan soy italiano hasta se emocionaban de que Italia salio campeon y yo ‘era italiano’. Por supuesto no me robaron nada pero no libere la tension interior por mas de 2 horas luego de que me soltaron.
Durante los dias en Osh me puse seriamente a aprender el alfabeto cirilico (ruso) y su adaptacion al Kyrgyz. Esto es fundamental ya que todos los carteles e indicaciones estan en este alfabeto y es indispensable para moverse en todos estos paises. Sumado a muchas frases y oraciones que ya vengo aprendiendo a los largo del ultimo mes, hizo que me pueda mover con muchisima mas facilidad. Es realmente dificil, me cuesta mucho mas que lo que me costo el persa pero es como todo, en el camino uno aprende o aprende y demas esta decir que me gusta muchisimo aprender estos lenguajes.
Finalmente deje Osh, y deseando que envien a Hamelin, aunque creo que su flauta no seria suficiente para que no se lo coman la cantidad de ratas que azotan esta ciudad desde el crepusculo hasta el amanecer.
Una vez saliendo de Osh, inmediatamente en la ruta listo para emprender el largo camino a Bishkek comenzo una serie continua e impactante de paisajes que me acompanaron por el resto de tan arduas jornadas. Fue una sobredosis de colores, de campos fertiles de girasoles combinados con lagos de colores verde esmeralda o azules y manchones turquesas mezclados con montanas de colores rojizos y manchas de minerales con cielos infinitamente azules en la parte sur ; y rios verdes furiosos, montanas de todos los tonos de verdes con agudos picos nevados y cielos grises profundos de tormenta en la altura en la parte norte.
Los caminos son extenuantes e interminables, de subidas y bajadas que hacen pasar al organismo por todos los estados fisicos y psiquicos posibles. Casi siempre de asfalto pero con un tramo de 200 km de tierra, piedra y camiones asfaltadores que no dejan de llenar los pulmones y cada parte del cuerpo de polvo embebiendose en el incesante sudor del cuerpo. Al final del dia, luego de tanto desgaste y con las ultimas fuerzas, queda desmontar el equipaje de la bici y acampar en el medio de la nada, en lugares remotos fuera del camino donde uno pueda dormir tranquilo. Acampar en semejante soledad es intimidante pero excitante, sobre todo cuando uno esta totalmente solo y debe ser autosuficiente en absolutamente toda la experiencia. Cuando cae la noche y uno se encuentra esperando que los musculos y nervios exigidos durante todo el dia se relajen para poder dormir, se pueden contemplar maravillosos atardeceres con cielos de colores frente a lagos pristinos y de una quietud absoluta donde rompen las montanas encumbradas con sus picos blancos. En la oscuridad total los sonidos de los mil y un insectos y animales que ‘amanecen’ durante la noche desafian el profundo silencio y uno ahi, producto del cansancio y con semejante sinfonia sonora cae en los mas profundos de los suenos hasta salir el sol al dia siguiente. Creo que nunca he dormido tan pero tan profundamente como en este ultimo mes. Todo el cuerpo cambia y se modifica y uno puede sentirlo.
Los dias fueron pasando y entre tanto , una o dos veces por dia tenia la alegria de cruzarme con uno o dos locos en bicicleta viniendo en sentido opuesto. Es inexplicable lo bueno que es esto porque uno viene solo, cansado y de repente se encuentra con alguien que esta haciendo la misma experiencia en sentido opuesto, la alegria es mutua entonces ahi nos cruzamos informacion de lo que a cada uno le espera en sus siguientes dias en lo que refiere a rutas, gente, caminos, disponibilidad de recursos y muuuchas anecdotas.
Alrededor del quinto dia me aproximaba a los ascenos mas duros, los de los cruces de Ala Bel (3100mts) y Too Ashu (3586mts). Aún no me encontraba lo suficientemente fuerte para completar los cruces en su totalidad con lo cual tuve que valerme de un poco de ayuda en algunos tramos. Entonces ahi es cuando no solo uno no resta sino que suma porque los mejores amigos que uno encuentra en el camino son los camioneros. Que maravilla esta gente que siempre desde arriba del camion te saluda con un aturdidor bocinazo y te da aliento para seguir. Esto a veces juega en contra ya que siempre te incitan a llevarte con la bici en el camion y uno tiene que ser fuerte para decir que no entre tanto agotamiento.
De todas maneras por 50km me subi a uno de ellos. Camioncito ruso viejisimo con cuatro camioneros fuera de serie con los que convivi las casi 5 horas que llevo completar los cruces. Si con mi bici avanzaba en subida empinada a unos miserables 4/5 km/h sin aliento, con este camioncito avanzaba a 25 km/h con un motor que rugia por un
descanso. (Para que se den una idea, avanzar a 4 o 5 km/h implica que una persona caminando a paso medio va mas rapido que uno en la bici, la diferencia es que uno no puede ni por un segundo para de pedalear).
Por supuesto con toda la paz y la alegria y la bondad del mundo fuimos a paso lento comunicandonos entre risas y a pura senias y parando mucho. Con ellos comi en el medio de las montanas el goulash mas exquisito de mi vida en un furgoncito parado sobre barriles en el medio de la nada donde habia un parador para comer. Por supuesto se niegan a cualquier tipo de pago, te invitan todo, aman que les saques fotos y se desviven por saber de uno.
Una vez completado el primer ascenso segui mi camino en bici y esto fue ascender a otro mundo. El mundo de los nomades en Kyrgyzstan. Esta fue quizas la experiencia cultural mas increible que vivi hasta ahora, convivir con estos preciosos nomades que se desplazan por las alturas en climas hostiles, que se autosustentan con su propios rebanios de ovejitas, cabras y sobre todo, la cria de caballos, fue fasciannte. Durante el verano estas poblaciones nomades de la montana, desplazan su yurts (vivienda nomade tradicional de todo Asia Central) a los Jailoos (pasturas) donde alimentan a sus animales. Kyrgyzstan segun los que entienden del tema, tiene de los mejores caballos del mundo y puedo dar fe de esto porque siendo una persona que no sabe lo mas minimo de ellos y hasta les teme, no podia dejar de maravillarme de la perfeccion de estos animales. Mientras avanzaba podia ver un increible efecto en la distancia sobre los barrancos de empinadas montanas. Un efecto cromatico de infimos puntitos de colores blancos, negros, y muchos tonos de marrones en constante movimiento sobre mantos verdes de muy pronunciada pendiente. Esto eran los rebanos de dichos animales desplazandose de un lado para el otro entre las grandes pendientes. Un efecto visual realmente increible.
El espacio geografico donde vive esta maravillosa gente es inigualable, mesetas verdes en todos los tonos flanqueadas por punteagudos picos nevados y cielos negros que amenazan con las mas intensas tormentas de agua, hielo y nieve hasta en pleno verano. Es realmente estar en otro mundo ya que esta gente es lo mas mas mas mas alejado a la globalizacion que he experimentado. Esta gente no tiene idea del mundo mas alla de las altas cumbres y su espacio se circunscribe a esta tierras, donde sonrien inocentemente y se rien dulcemente ante la presencia de gente taaan extrana (uno mismo) a lo que conocen. Tienen unos rasgos misteriosos, puros, extranios, de ojos bien achinados y enormes pomulos pronunciados y desgastados por el sol de la altura.
Durante el verano uno de sus principales ingresos viene de venderle a los transeuntes que se trasladan por la ruta, el kymys, leche fermentada de yegua. Fue todo una experiencia encontrarme junto con los camioneros y los nomades en el medio de este vasto y remoto paisaje y tener que tragar un pote de considerable tamano de algo tan asqueroso como este kymys,ante sonrisas expectantes mientras yo intentaba disimular el magro gusto en mi boca y mis instantaneos interrogantes sobre el futuro de mi estomago.
El clima se volvia cada vez mas frio y parecia mentira estar en pleno verano a unos 3 grados. Luego del inmenso e interminable ascenso al cruce de Too Ashu y a la salida del tunel super oscuro de 3km que marcaba el comienzo del descenso me detuve, con deslumbramiento a contemplar y prepararme para lo que seguia. 30 km de bajada empinada mas 40 km de bajada constante. 70 km de los cuales solo se puede ver parte de ellos desde la altura, entre brutales montanas que rompen en la parte mas baja con dramatico verticalismo, generando un efecto embudo y dejando entrever el estrecho camino que se va colando en el vacio hacia quien sabe donde. Me puse el casco, estaba bien abrigado por el frio helado y me lance sobre el serpenteante camino.
No les puedo explicar lo que se produce en el organismo de uno durante semejante experiencia. La descarga brutal de endorfinas generadas durante el ascenso, el cuerpo caliente y el viento frio de descender sin parar a muy alta velocidad. Venia a 67.8 km/h, quizas mas, lo mas rapido que llegue desde que comence, pero debia tener una maxima concentracion y no podia mirar la ciclocomputadora, el corazon a mil por hora, la sangre hirviendo, la descaga de adrenalina, endorfinas y el semejante espectaculo natural producian descargas como de electricidad en el cuerpo. Es una sensacion simplemente inigualable donde uno se siente infimante endeble y pequeno, una pelusa en dos ruedas en un espacio infinito. Es esta para mi la sensacion mas maravillosa que experimento viajando, sentir la realidad de uno, la de un ser infimamente pequeno y endeble.
Despues de esos 30 km, los 40 restanstes fueron simples, rapidos, unos 40 km/h y bien relajantes, ya estaba en pleno caer del sol y solo quedaba encontrar un lugar para acampar. El camino estaba vacio y al mirar atras y a mi alrededor no podia comprender semejante espectaculo natural.
Al dia siguiente, volvio el camino chato y simple. Fue el dia que llegue a Bishkek, una capital muy sovietica, de edificios comunales y monstruos Stalinistas de hormigon pero que no se sufren porque es la ciudad mas verde en la que estuve creo y es tan maravilloso el poder de estos gigantescos robles que se apostan uno tras otro en cada vereda que uno apenas puede ver los edificios detras. Es una ciudad hermosa, tranquila, muy pero muy verde, relajada y al igual que todas las capitales de Asia Central, con mucha poblacion de origen ruso, es decir que entre gente de piel oscura y rostros achinados uno encuentra en la misma cantidad rostros perfectos, hermosos, de piel blanca pura, ojos celestes transparentes y de cabellos rubios hasta el encandilamiento.
Llegue, despues de 7 dias que no vienen gratis. De mucho esfuerzo, sin haber podido tomar la mas ligera ducha, luego de pedalear un promedio de 7 hs por dia solo, lleno de tierra, con la misma ropa, sudado hasta el hartazgo, los tobillos y la parte baja de las piernas todas lastimadas por los golpes contra los pedales y por un par de caidas de cuerpo entero junto con bici y todo por barrancos de plantas inhospitas. Los puntitos de sangre todos mezclados con la grasa de la cadena de la bici. La ropa a medida que pasaban los dias se endurecia y aparecian manchones blancos por todas partes, era toda la sal corporal desprendida durante el proceso de la transpiracion acumulada durante tantos dias. Las mugre incrustada hasta lo mas profundo de las unias y las manos negras de tener que hacer ajustes tecnicos en la bici.
Y sobre todo esto, un olor que se aproximaba mas al de un desastre ecologico en movimiento que al de un ser humano. Al ya entrar en las afueras de Bishkek anioraba oler como la gente que me cruzaba perfumada esperando el colectivo para ir a trabajar. (seguramente ellos perdieron la vida luego de mi paso jajajajaj que en paz descansen)
Pero la recompensa supera todas estas banalidades que son solo temporales y los recuerdos y las vivencias acumuladas que enriquecen los sentidos y el espiritu de manera sin igual quedaran guardados para siempre en uno y eso no tiene precio.
Y la ducha de mas de una hora que me di cuando llegue a Bishkek senti que me devolvio a la vida !!!! Hasta una ducha termina siendo algo muy especial !! jejeje
Luego de un dia de profundo descanso en Bishkek me junte con un grupo de suizos y alemanes y con ellos pase los dos ultimos dias escalando en el Canyon de Ala Archa. Un poderoso cruce montanoso que genera caniones de abundante vegetacion y cumbres verticales de roca pelada, glaciares y nieve. Fue un camino bastante duro, de trepadas de unos 60 grados de pendiente muchas veces sobre roca suelta donde uno avanzaba un paso y retrocedia 10 deslizandose por la pendiente y procurando no rodar hasta el rio cientos de metros mas abajo. El ascenso, 3200 mts de altura. Ahi pude sentir el gran estado fisico alcanzado durante el ultimo tiempo. Se sintio como un paseo.
Acampar encerrados por el glaciar y estas cumbres de piedra pelada verticales y con nieve fue increible aunque muy frio. El parecido de este lugar con el del cerro Fitz Roy y las Torres del Paine es impresionante.
Hoy volvi a Bishkek y me voy a dignar a 2 o 3 dias de no hacer absolutamente nada mas que comer como leon y dormir como marmota, cosa que no cuesta en lo mas minimo y abusar del comfort que provee una ciudad. Y por supuesto, echarse panza arriba a charlar con los demas viajeros, que somos pocos pero se siente como si fueramos muchos. Tengo que acentar mis energias, se vienen mas caminos asi y mas duros porque se me acaba el asfalto y viene el puro ripio con mas subidas y mas cruces de altura. Mas paisajes, mas gente, mas cultura, mas colores......ya supere ampliamente los 1000 km en bici, aprendi muchisimo y estoy empezando a sentirme un ciclista mejor dicho.... un viajero en bici ;)