Desde que di el salto a viajar en bicicleta mi viaje dio un giro de 180 grados. Lo que se siente al viajar de esta manera es algo que no tiene precio. Las emociones, las sensaciones, las experiencias se viven a flor de piel mucho mas intensamente. Esto no va en desmedro de la manera en la que viaje por tantos anios sino que se suma a una nueva manera de sentir la experiencia de viajar.
Estuve casi una semana varado en Tashkent esperando que saliera mi visa para Kyrgyzstan pero al contrario de resultar algo tedioso fueron momentos increibles. A Uzbekistan pude entrar gracias a un chico Uzbeko de origen ruso, Aleksey Nizamov que fue quien arreglo toda mi solicitud de Carta de Invitacion desde Tashkent e hizo posible que me consedieran la visa. Cuando llegue a esta ciudad tuve la increible fortuna de conocerlo y hoy en dia lo considero un gran amigo, una persona de una calidez, una solidaridad, una rectitud, una eficiencia y una garra increibles. Aleksey tiene 21 anios y tiene cuatro trabajos cuya ganancia total le dejan unos 90 usd mensuales y parte de ello lo envia a su ciudad natal, Namangan para ayudar a su familia. Su madre es medica y gana 55 usd por mes.
Pase mis dias en Tashkent haciendo tramites a su lado, ya que el fue quien me hacia de interprete en los tramites para luchar contra la terriblemente ABSURDA burocracia Uzbeka. Se genero una gran amistad y pude conocer tashkent a traves de sus amigos y amigas.
Una de las mejores experiencias fue salir a bailar a una disco Uzbeka, ver como se vive la noche en un lugar tan diferente. La musica fue indudablemente lo mas recomfortante, quizas porque ya llevaba mas de 4 meses sin ir a bailar y fue como una gran descarga de energia volver a hacerlo despues de tanto tiempo. Esta mezcla de musica rusa y uzbeka, de sonido bien contenporaneo pero con una mezcla de sonidos y melodias exoticas de una cultura tan distinta, con musica occidental. Musica que la gente, especialmente las mujeres bailan con increible sensualidad en pasos totalmente distintos a los nuestros, mezclando pasos que aparentan ser arabes pero que en realidad son caracteristicos de Asia Central.
Luego de dejar Tashkent emprendi mi camino hacia Kyrgyzstan atraves del valle de Fergana. Que puedo decir de los memorables momentos qeu vivi estos ultimos dias "victima" de la mayor de las hospitalidades!!! Habia leido que la hospitalidad de la gente del valle de Fergana era de las mas grandes del mundo pero vivirlo fue algo sorprendente y es aqui quizas donde viajar en bici es lo que ofrece las mayores de las recompensas. Cuando uno va por las rutas, solitario, en el arduo, continuo e incesante pedalear es capaz de apreciar infinitamente todo el paisaje circundante.Todo se aprecia con la misma "lentitud" con la que se avanza. Fergana es un extenso valle fertil, con kilometros sembrados con todo tipo de granos que aportan infinitos colores al paisaje y cuyos surcos entre sembrados le dan distintas y cambiantes formas geometricas a la geografia. Al comenzar a pedalear por aca me senti feliz de haber dejado el hostil paisaje desertico que me habia acompanado por ya tanto tiempo. No es que no haya sido impactante y hermoso pero el devastador calor y el viento de rafagas de fuego lo hacia algo bastante frustrante y poco placentero.
A lo largo de estas recomfortantes rutas de colores me podia detener en cada pueblito y experimentar la calidez de la gente que avida de una inmensa curiosidad me rodeaban de a decenas y hacian lo imposible para saber algo de mi a traves de senias.
Fue asi como a lo largo de mi ruta de 130 km entre Kokand y Andijan me encontre viajando sin pagar absolutamente nada ya que la gente no queria cobrarme, solo sonreia entregandome las cosas, especialmente agua, te y sandia, los tres principales hidratantes que consumo durante todo el dia.
Al llegar a Boz, solo 35 km antes de mi destino del dia, Andijan, me dirigi hacia un restaurant al costado de la ruta. Para mi absoluta sorpresa nadie se acerco a mi a pesar de que era domingo y habia mucha gente compartiendo el almuerzo. Todos me miraban con cierta timidez pero nadie se dirigia hacia a mi, entonces me sente en una de las mesas vacias y ordene un exquisito Laghman. Luego de una media hora de sentirme observado pero en silencio, empezaron a llegar a mi mesa mas platos!!! La gente de las mesas circundantes empezo a enviarme mas comida, todos me estaba invitando. Mi sonrisa llegaba de oreja a oreja y no dejaba de agradecer, siempre, como aprendi de esta maravillosa gente, sonriendo y posando mi mano derecha sobre mi corazon al agradecer y saludar. Yo no sabia como explicar que en mi estomago ya no entraba nada pero la gente a traves de senias y sonrisas me decia que tenia que comer porque tenia que pedalear. Luego me empece a sentar en diferentes mesas, con la gente que no dejaba de sonreir, de hablarme con gestos de invitarme a sus casas. Esta gente de rasgos exoticos, ojos achinados de color gris infinitamente profundo, a veces verdes grisaceos otras azules grisados de tez bien oscura y profundos surcos en la piel y siempre manteniendo esa maravillosa "sonrisas de oro" de las cuales les hable. Asi empezo a llegar gente de todo el pueblo que pasaba a verme.
Ahi mismo como no podia quedarme, una de las personas llamo a Andijan a su hermana para que cuando yo llegara me recibiera en la casa que el tenia ahi. Era ya el colmo de la hospitalidad y asi me dirigi en camino a Andijan. Luego de 137.5 km en un solo dia y agotado llegue a Andijan y luego de varias vueltas llegue a la casa de la Gulia, la hermana de este muchacho que me habia enviado desde Boz a su casa. Gulia, quien vive en el departamento contiguo al de su hermano, en uno de los ya mencionados monoblocks de la epoca sovietica, se encargo de abarrotarme a comida sin parar y de atenderme como a un rey.
Lo mas increible fue que para cuando llegue a Andijan estaba todo el vecindario esperandome y a medida que avanzaba dentro del complejo de monoblocks la estela de gente detras mio, especialmente adolescentes crecia y crecia. Fue algo increible. Cuando subi al departamente, los chicos me ayudaban a descargar mis cosas y a subirlas, y una vez que me sente extenuado en el sillon empezaron a hacer cola afuera del departamento para que les firme autografos !!! FIRME MAS DE 50 AUTOGRAFOSSSS!! JAJAJAJAJA demas esta decir que me sentia infinitamente ridiculo pero no se, la calidez de esta gente, yo no podia parar de sonreir y creo que mis ojos debian brillar de tanto agradecimiento.
Asi pase un dia y medio en Andijan, rodeado de chicos que me esperaban y seguian cada uno de mis movimientos y que me llevaron a recorrer toda la pequena ciudad e incluso me pasearon por un parque de diversiones, resabio tambien de la era sovietica.
Asi luego de esta inolvidable estadia y con una despedida de tooodo el barrio que se desperto para despedirme a las 530 am, segui camino hacia la frontera por 65 km mas.
Y volver a pedalear es siempre hermoso, ya a esta altura lo estoy disfrutando mucho, me siento mas fuerte, con cada pedaleo siento que me conozco mas a mi mismo. Los autos cuando te ven te tocan bocina y te saludan o aun mas, reducen la velocidad y te acompanan intentando hablarte por la ventanilla, la policia caminera te detiene para chequearte el pasaporte como pretexto para en realidad satisfacer una profunda curiosidad por saber de donde sos, miran tu pasaporte con fascinacion. y todos, absolutamente todos, nombran a maradona. En las primeras horas de la manana la gente que va a trabajar al campo en bici pedalea a tu lado y muchos tienen unas radios pequenas en el manubrio y vas escuchando musica con ellos por unos 3/5 km hasta que llegan a su trabajo y desvian. Y el atardecer es soberbio, los colores empiezan a oscurecer el cielo y he tenido la suerte de pedalear por el valle con los rojizos colores del atardecer a medida que una GIGANTESCA y AMARILLA luna llena en el cielo celeste oscuro violaceo se elevaba por detras de los picos nevados de mi destino.
El camino desde Andijan fue en subida y a medida que avanzaba sobre el valle, en el fondo, de marco imponente empezaron ya a aparecer estas primeras montanas de picos nevados de Kyrgyzstan y es aqui en Osh donde ya estoy listo para pedalear por los caminos de lagos y montanas de este alucinante y remoto pais que pocos conocen y desde donde les escribir durante el proximo mes.