Fue en los últimos 100 km antes de Luanda, ya bien pegado al océano atlántico en la hermosa localidad costera de Cabo Ledo donde advertiría el brutal contraste que estaría por vivenciar en la capital. De repente, una ráfaga me pasa a una velocidad muy inusual, o bien inexistente en Africa, serían no menos de 180 km/h quizás 200, era un Porsche Carrera plateado como una bala, y esta definitivamente no era laAutobahn!. A pesar de la velocidad me es fácil reconocer a un coche por el que tengo fascinación desde pequeño. No mucho más tarde un Maserati seguido de un Jaguar, seguidos durante el resto del día por una tras otra y tras otra 4x4 de lujo, Landcruisers, Patrols, Cayennes, Pajeros, etc, no los modelos básicos sino los más onerosos. Sí, era claro que ya estaba por llegar a la famosa Luanda, capital del despilfarro y costos de ciencia ficción, pero no antesde parar a disfrutar de una de las impresionantes vistas del atlántico desde los acantilados en forma de cañón, y claro, de más angoleñas -que mulheres!!! - sí, ya lo dije!